Identifican a otro dirigente de La Cámpora que participó del ataque a TN: también fue funcionario de Wado de Pedro

La Justicia identificó a otro de los atacantes al edificio de TN, el 10 de junio pasado, día en que la Justicia condenó a Cristina Fernández de Kirchner. Como en los casos de las detenciones anteriores, se trata de un militante de La Cámpora, con pasado como funcionario público y parte de la mesa chica de Eduardo “Wado” de Pedro en el Ministerio del Interior.
Pablo “Tato” Giles fue subsecretario de Relaciones Municipales durante el gobierno de Alberto Fernández, acompañando a De Pedro en Interior, al igual que José Lepere, el otro dirigente de La Cámpora que participó en los ataques a TN y que fue durante cuatro años secretario de Interior de la Nación.
Son los nombres más resonantes en cuanto a peso como funcionarios en el gobierno pasado, pero también aparecen otros tres dirigentes que son investigados por el accionar de ese día, cuando encapuchados ingresaron a los estudios del canal de TV, vandalizaron y rompieron autos, vidrios y una vitrina con premios, entre otros daños que se reportaron.
Entre los otros atacantes también aparecen Ezequiel Pavón, quien es consejero en la Universidad de Tres de Febrero, Facundo Lococo, que fue concejal en Tres de Febrero hasta 2023, y Matías Federici, quien es actualmente Director de la Dirección de Estadística Penitenciaria. Todos pertenecen a La Cámpora.
En el caso de Giles, es un militante camporista desde hace años, proveniente de la ciudad bonaerense de Merlo y que en la estructura reporta directamente a De Pedro, si bien también mantiene lazos con el diputado nacional Máximo Kirchner. En el mapa camporista aparece como el secretario de organización.
La actividad de Giles como funcionario nacional fue de peso durante todo el gobierno de Alberto Fernández. Desde su área, articuló encuentros con intendentes y gobernadores, ya que tenía bajo su órbita un fuerte presupuesto para destinar desde Interior.
En total, en los cuatro años de gobierno de Fernández, Giles mantuvo cien audiencias con diferentes dirigentes del arco político, siempre siendo parte de la mesa chica de “Wado”. El camporista tiene 40 años y es parte del núcleo más duro de apoyo a la ex presidenta Cristina Kirchner en su actual detención.
Los ataques a TN se dieron el martes 10 de junio, horas después de que la Corte Suprema firmara la condena contra Cristina Kirchner a seis años de prisión por defraudación al Estado.
A pocas cuadras de San José y Humberto Primo, la casa de la ex presidenta, en Constitución, están los estudios de TN, en Lima al 1200, a pocos metros del cruce con la avenida San Juan. Hasta allí se desplazaron los militantes camporistas, que venían de un encuentro en apoyo a Cristina en la sede del PJ, en Balvanera. Se presume que fueron 70 las personas que participaron del ataque.
Un grupo de ellos logró ingresar hasta el primer piso del edificio, en donde rompió pantallas, televisores y otros equipamientos del lugar. En varios lugares del edificio, regaron pintadas contra el Grupo Clarín, y en puntual contra Héctor Magnetto. Otros mensajes con tinta azul, como el que se encontró en el auto de Jorge Giacobbe -consultor político que estaba invitado a uno de los programas que se emitía mientras ocurrían los ataques- tenían un tono claramente intimidatorio: “No jodan”.
También los autos de la diputada Margarita Stolbizer y del periodista de TN y de Clarín Marcelo Bonelli sufrieron daños. Otro vehículo de una vestuarista del canal fue atacado con contundencia con piedras contundentes y adoquines.
Hubo más pintadas en autos del estacionamiento fueron pintados con aerosol o dañados por los agresores, que tiraron bancos de plaza contra los mismos. Mientras tanto, fueron los propios trabajadores del canal los que fueron reportando el asedio de las instalaciones y difundieron videos de lo sucedido. El sector de parking del canal fue inundado por una turba que arremetió hacia la recepción interna. Todas las puertas de vidrio de ese ingreso interno fueron destrozadas. Al parecer, bicicletas de los propios empleados fueron arrojadas para producir los daños.
Varias tomas desde lo alto del edificio permitieron observar cómo la horda de militantes avanzó sobre la entrada del canal, con algunas banderas de La Cámpora enarboladas al paso. Algunos de los agresores arrojaron piedras, palos y metales contra la entrada del canal y contra los autos, de los cuales al menos diez resultaron dañados.
Fuente: www.clarin.com